El Departamento de Impuestos Internos de Nueva Zelanda, ha legalizado el pago a los empleados utilizando criptomonedas, así como el pago de sus ingresos calculados en la criptomoneda de pago.
En un boletín de agosto del IRD, los «activos criptográficos» ahora se consideran formas de pago legales e imponibles. El boletín establece que cualquier empleado puede ser compensado en activos de cifrado siempre que el pago esté relacionado con un contrato de trabajo firmado.
Además, la cantidad de la compensación debe ser fijo y formar una parte regular de la remuneración del empleado. El activo tampoco debe estar sujeto a un período de bloqueo.
El boletín afirmó que el activo a considerar para la remuneración tendrá que convertirse fácilmente en fiduciario, lo que significa que debe tener una liquidez aceptable.
En el boletín se nombra sobretodo a Bitcoin, lo que parece implicar que tal vez solo se pueda usar Bitcoin para compensación, aunque otras criptomonedas líderes como Ethereum, Ripple, Litecoin o Bitcoin Cash también satisfacen los requisitos de IRD tanto como Bitcoin.
El IRD afirma que la criptomoneda debe servir como una alternativa a la moneda local en dólares de Nueva Zelanda. Esto excluye efectivamente el uso de criptomonedas oscuras que carecen de los niveles de liquidez requeridos.
Estas disposiciones no se aplican a las personas que trabajan por cuenta propia que quizás se hubieran beneficiado más de estos pagos. Las personas como los trabajadores independientes que se ocupan principalmente de clientes extranjeros a menudo reciben su pago en estas monedas extranjeras. Se podría argumentar que estas son las personas que más necesitan usar las criptomonedas como remuneración.
Además, aceptar su pago en criptomoneda plantea un riesgo especialmente para los empleados. Las criptomonedas generalmente son extremadamente volátiles y están sujetas a cambios bruscos en cualquier dirección.
Un empleado podría recibir su pago e inmediatamente verlo devaluado o apreciar su valor una vez que se le haya pagado. Es un riesgo que la mayoría tiene que considerar. Sin embargo, por otro lado, podría ayudar a las empresas a ahorrar en transacciones y períodos de procesamiento que podrían llevar años al utilizar los canales de pago tradicionales. Esto es especialmente cierto si la compañía decide mantener una reserva de la criptomoneda para salarios.
También vale la pena señalar que el IRD no aceptará la remuneración fiscal en criptomonedas, sino que en lugar de los salarios recibidos en criptomonedas, los contribuyentes tendrán que convertir la obligación tributaria y luego remitirla en moneda fiduciaria.
La decisión fue promulgada por Susan Price, directora de resoluciones públicas el 27 de junio de este año. La disposición será válida por tres años a partir del 1 de septiembre de 2019.
