La evolución tecnológica que blockchain nos está permitiendo experimentar en casi todos los ámbitos, no deja de ser una realidad que irá transformando paradigmas, incluso en el deporte. Uno de los casos más significativos de cambio de paradigmas deportivos nos los muestra el equipo de FCFL con su radical propuesta de incorporación de los fans a las decisiones de los equipos deportivos, y todo esto basado en blockchain. Veamos más al respecto.
Los antecedentes de esta propuesta se remontan a 2015 cuando comenzaron a desarrollar una plataforma para nada más y nada menos que poner a los fanáticos del fútbol americamo en control de las decisiones de su equipo dentro y fuera del campo. Algo absolutamente radical y totalmente fuera de lo convencional en el mundo deportivo hasta entonces.
Así en este sentido en 2017 hizo su debut el primer equipo deportivo profesional controlado por los aficionados en el planeta, el Salt Lake Screaming Eagles.
Todo esto se hizo a modo de prueba piloto en una liga relativamente poco conocida y pequeña, de sólo 10 equipos de fútbol, que resultó ser un éxito abrumador, atrayendo fanáticos de todo el planeta, y generando un gran interés en esa manera de gestionar los equipos deportivos.
Esto se expandirá sin duda mediante la plataforma blockchain FCFL, que ha encontrado en la tecnología blockchain de Ethereum las condiciones y características adecuadas para el crecimiento de una red de fanáticos abierta y democrática, en la que puedan participar con seguridad y transparencia en todo momento.
En principio los juegos los planean desarrollar en un entorno adecuado a las nuevas tecnologías; como ellos explican en su web, en lugar de un estadio o estadio tradicional, todos los juegos se desarrollarán en una instalación de producción de vanguardia donde se puede entregar una experiencia de entretenimiento deportivo interactiva y en tiempo real, diseñada para cualquier clase de dispositivo conectado a internet. FCFL aprovechará lo último en tecnología deportiva, desde cámaras de casco en vivo hasta biometría de jugador en tiempo real, fichas en el balón y drones volando por encima capturando imágenes, todo en acción real.
La visión de FCFL es desarrollar todo un universo deportivo profesional interactivo, mediante la creación de ligas deportivas profesionales donde los fans ejercerán influencia decisiva.
En cuanto al funcionamiento de la plataforma, cada usuario que desee registrarse como Fan, deberá abrir una cuenta en el portal de la plataforma. Aquí es donde entra en acción el alma de la plataforma, que es el token FAN. Al crearse una cuenta, cada usuario tendrá una pequeña cantidad de FAN Token en su FAN Wallet, la cual es una billetera de criptomonedas.
Los tokens FAN son la expresión de poder detrás de la interactividad de los fanáticos en la plataforma. Es un token compatible con el estándar ERC20. Toda la actividad en la plataforma depende de los tokens FAN, desde la votación sobre qué entrenador contratar, así como deportistas, hasta la llamada de juego en tiempo real durante los juegos, es todo. Cuantas más fichas FAN posee un fanático, más control tiene ese fanático sobre su equipo favorito.
El voto de cada fanático miembro de la plataforma es transparente gracias a blockchain, que permite que siempre haya un registro permanente, público e indiscutible de cada voto. Además es importante resaltar que mientras más tokens posea un fanático en la plataforma, más peso tendrán sus votos. En este sentido la única ocasión para hacerse de una cantidad importante de tokens, es la venta pública de tokens que la plataforma lanzará próximamente.
Los fanáticos pueden acumular tokens FAN observando juegos, convocando jugadas, demostrando su conocimiento, tomando decisiones en equipo y compitiendo contra fanáticos rivales, participando en votos y decisiones operacionales, interactuando con patrocinadores, creando y consumiendo contenido, entre otras posibilidades más.
Para conocer más detalles de esta plataforma y estar actualizados acerca de su venta pública de tokens, recomendamos seguirlos en su canal de Telegram.
