Ya hace unas pocas semanas hacíamos referencia por este medio que las autoridades de Malasia no bloquearían el uso de las criptomonedas en esa nación asiática. Manteniendo coherencia con esa línea ahora el Banco Central de Malasia producirá un documento en el que fijará su posición con respecto al tema.
Llama la atención que en la región asiática mientras que algunos gobiernos y bancos centrales están bloqueando el desarrollo legal del uso de criptomonedas, hay otras naciones que sin perder cautela, están comprendiendo que se trata de un fenómeno en pleno desarrollo al cual hay que saber observar y aprovechar para el bien de la economía en términos saludables.
Es el caso del Bank Negara, el Banco Central de Malasia, cuya perspectiva comprende la necesidad de un enfoque más democrático hacia la regulación de las criptomonedas en esa nación asiática.
Durante la cena del 40 aniversario del Harvard Business School Alumni Club de Malasia, el funcionario del Banco Negara, Muhammad Ibrahim, explicó que el Banco Central adelanta la elaboración de un documento en el cual plasmará lo que será la política formal de esa institución respecto de las criptomonedas. Ene se sentido también señaló que la regulación sobre las criptomonedas debe recaer sobre el público. Este señalamiento constituye una postura inédita en favor del desarrollo de la economía criptográfica por parte de una autoridad gubernamental.
Si bien el funcionario del Banco Negara dejó en claro que dicha institución no prohibirá ni reconocerá a las criptomonedas, el banco central tampoco daría a las mismas el mismo tratamiento que a la moneda fiduciaria convencional.
Palabras más, palabras menos, el funcionario señaló que se permitirá a los usuarios y promotores de criptomonedas ser más transparentes en todo lo relativo a las mismas, para que así sea el público quien decida por sí mismo si desea o no invertir en las criptomonedas. También en esa línea el funcionario destacó que no basta con que los legisladores estén al día en las tendencias de las nuevas tecnologías, para con ello tener una base de conocimiento que permita la adopción de leyes que beneficien a la economía, sino que además las políticas financieras deben ser transparentes y estar en sintonía con las necesidades de las masas.
Ciertamente Malasia no ve a las criptomonedas como una amenaza como algunos países vecinos suyos y de otras latitudes no lejanas en cultura, que incluso han llegado a considerarlas como “asunto no compatible con el Islam”; antes bien las autoridades de Malasia muy acertadamente desean fomentar un entorno propicio para que la criptoeconomía prospere en ese país, y así beneficiar a la propia economía de esa nación.
